Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Parcialidad y sociopatía; holismo

El holismo no está exento de sociopatía, dado que las conductas sociópatas son generales, pero es menos propenso a ellas porque intenta comprender las cuestiones involucradas en cada asunto que le interese, por lo que busca ser prudente. Las parcialidades, al contrario, tienen el problema de que como se focalizan en distintos aspectos de la realidad, hacen a juicios incompletos, que como no entienden acabadamente a las cuestiones llevan a prácticas agresivas, aunque menos concientemente tienen reparos para la acometida de maldades. Lo que pasa es que son insuficientes. La humanidad, para saber comportarse, tendría que ser holista, y aún así no bastaría para resolver todos los conflictos, pero se alivianaría la vida en gran medida. Además, los conflictos no son malos en sí mismos, y a veces expresan reclamos legítimos, aparte de que hacen a las relaciones humanas que los tienen, que no se darían si no los hubiera, aunque eso no agote la cuestión.

Insisto en que entiendo por sociopatía a aquella práctica que daña a la sociedad, que las hay desde muy leves, como las agresiones cotidianas, a muy severas, como las guerras, con los estadíos intermedios.

Por holismo entiendo a la filosofía que intenta comprender los asuntos integral y analíticamente, a diferencia de la idea de Mario Bunge en el glosario de Evaluando filosofías, en el que lo concibe como una que supone que las partes del objeto son inanalizables. Lo equiparo a su idea de sistemismo. Me diferencio de él en algunas cuestiones, como la dureza de su crítica al marxismo y la falta de rescate de algunos elementos de otras filosofías fallidas, como lo serían los planteos foucaultianos de crítica al economicismo y al estatismo en la microfísica del poder, y también en la falta de crítica al productivismo excesivo del estado de bienestar. Tampoco estoy de acuerdo en equiparar la ciencia a la ciencia universitaria, porque entiendo por ciencia al conjunto del saber, sea común o institucional, ni en que tener un método formalizado sea garantía de verdad, porque hay saberes simples, que son necesarios para la práctica social grata, que se adquirieron sin él. El método complejo puede ser necesario y servir, y también fallar, y a veces no hace falta, a lo que habría que evaluar en concreto. De igual manera, veo mal que se destine mucho presupuesto a la investigación supersofisticada, con esos aparatos carísimos y de altísima complejidad, mientras que hay necesidades sociales y estudios básicos más necesarios que no lo tienen.

Al respecto del holismo sirve consultar su definición en Wikipedia.

Otro problema en las ideas de Bunge de ese libro es su aceptación del funcionalismo estructural de Robert Merton, porque niega al interpretativismo, que supone que el análisis se nutre de datos de la vida extrauniversitaria de los investigadores, además de los obtenidos metodológicamente en caso de que se llevara a la práctica una investigación formal. El método de Merton obliga a deducir las conclusiones de los datos empíricos, lo que impide incluir al conocimiento extraformal, que se hace presente sin que se lo reconozca.

El marxismo es una filosofía fallida en tanto que el intento que se hizo para aplicarla fracasó, porque no comprende bien qué hacer con las clases retrógradas, que lo impugnaron, lo que, sumado a los propios errores socialistas, lo rebajó, pero el socialismo busca concretar la felicidad humana en la vida, por lo que la cuestión de hacerlo triunfar seguirá vigente, lo que no tiene que ser en términos marxistas, sino completos, ya que Marx fue un hombre, no el único en la tradición emancipatoria, al que se le hicieron cuestionamientos válidos, y ya que él mismo quiso que se superaran sus desaciertos para que se cumpla su deseo de modelo social, al que tenemos que seguir definiendo los humanos que vivimos, y también con los aportes buenos de los otros materialistas, cuya crítica también hay que hacer.