Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 30 de marzo de 2017

Del decrecimiento capitalista

Si tomáramos el PIB mundial, ¿qué porcentaje del mismo serían ganancias capitalistas? Y de esas ganancias, ¿cuánto se dedicaría a la inversión productiva laborista, la de la llamada “economía real”? El resto, que son las ganancias especulativas y que va a parar a las bolsas de valores, a los bonos de la deuda estatal y a las guaridas fiscales, es capital ficticio, totalmente prescindible para los modelos progresistas. O sea, que el PIB mundial podría ser reducido tranquilamente en el porcentaje del capital ficticio, y, con una buena reformulación productiva, podría ser reducido más aún. Lo que el progresismo todavía entiende poco es que la economía tiene que incluir a las poblaciones de buena manera, no de cualquier manera, ya que si incluye mal el modelo decae, aparte de que es injusto, pero la buena inclusión está obstruida por la violencia de los actores sociales dominantes y por la ignorancia de las masas, que no la reclaman lo debido porque no comprenden bien al tema, cosa que no es excusa para omitir la necesidad del decrecimiento, ya que la suya es la única vía hacia un modelo sustentable y armónico. Habrá que buscar un modelo gradual de buena inclusión a largo plazo, que debiera asumir las críticas al desarrollismo vigente y que avanzaría en crisis por las pujas históricas.

Al no haber asumido la cuestión el progresismo, se le dificulta enfrentar al capitalismo, porque, al llegar al gobierno, tienen la falsa necesidad de mantener un producto bruto creciente, porque de reducírseles quedarían expuestos a las malas críticas a la recesión vertidas por los liberales, y entonces no pueden abordar la reducción de las ganancias capitalistas más que superficialmente, con las políticas redistributivas, que mantienen al modelo general, aunque tengan su importancia. La gente común tiene que saber que el crecimiento no es una solución en sí mismo, para que no la manipulen con ese argumento: ya sabemos que mediante la financiarización hubo un ciclo de crecimiento económico impulsado por la especulación bursátil, que no creó puestos de trabajo ni mejoró las condiciones laborales y demás, o sea, que fue un crecimiento socialmente degradante, pero en tanto que las sociedades no entiendan esto no se podrá enfrentar al problema de buena forma.