Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 11 de marzo de 2017

El progresismo suele ser liberal demócrata

Por el peso eclesiástico, que incide en la voluntad de las naciones, el liberalismo es hegemónico en el mundo. El liberalismo, como doctrina filosófica, responde al pietismo, en una tesis de coexistencia entre religiones, y capitalista: es el sistema de la clase burguesa, que en su origen era tanto cristiana como intentaba acrecentar sus riquezas. El predominio mundial que adquirió el capitalismo luego de las revoluciones burguesas extroyectó al liberalismo, que se adaptó a los credos extracristianos, conformando una interrelación religiosa tolerante y conflictiva, y capitalista. La irracionalidad humana es tal que hasta los proletarios, en cierta medida, fueron procapitalistas, o lo aceptaron indiferentemente, a la vez que la religiosidad está generalizada, por lo que la humanidad se ve en la necesidad de liberarse de sus propias maldades, y sin querer asumirlas en ocasiones, cuando prefiere persistir en el error a admitirlas. Entonces, en el marco de la hegemonía vigente, que es liberal, está plasmada en la legalidad y es sostenida por las fuerzas armadas, al progresismo no le queda otra opción más que aceptar al liberalismo, además porque las masas no son concientes para superarlo, por lo que adopta la forma del liberalismo democrático, que no está mal como modo de transición al socialismo y al que cabe cuestionar para que se supere a sí mismo, pero más importante es el desarrollo de la conciencia de las masas, y la humana en general, porque la transformación social es social.

El progresismo socialista ateo no suele ser liberal, pero soporta al liberalismo porque no le queda otra opción. El que tiende a ser liberal es el progresismo creyente, cuyo arraigo masivo es mayoritario por la difusión social de la religiosidad popular, con iglesias en los barrios pobres, y por la influencia de la educación pública y de los medios masivos de comunicación, que son liberales en general.