Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Lo que tiene de progresivo el ideocapitalismo es por su materialismo. Praxiocapitalidad

Al sistema vigente fue difícil evaluarlo, porque tiene bondades y maldades y porque nuestro juicio está un poco tarado por los traumas de la violencia histórica, pero ya puedo decir que el idealismo capitalista vigente le debe su progresividad al materialismo, porque es su materialismo el que le permitió implementar esa revolución productiva que, con todas las reprobaciones que le quepan, elevó el nivel de vida respecto del modelo feudal. El materialismo del sistema dominante es un materialismo que debe adaptarse a los cánones constitucionales vigentes, y en ello a las doctrinas clericales, lo que hace conflictivamente, según el sistema acepta y procesa al conocimiento materialista, y según excluye a las partes de él que le son inasimilables, lo mismo que se replica con las prácticas materialistas extraepistémicas. El idealismo capitalista es el sistema de ideas de la clase dominante y que, con sus contrariedades, atraviesa a las iglesias, a los gobiernos, a las universidades, hospitales, escuelas, comisarías, medios comunicativos y a las demás instituciones, ideas con las que se genera a la productividad preponderante, no sólo a la económica, sino a la productividad en general. Es un idealismo conflictivo y complejo, con algunas regularidades históricas, y que propulsa la acumulación capitalista lo mismo que el ordenamiento canónico de la práctica humana extraeconómica, a la vez que se va modificando de acuerdo a las luchas sociales. El materialismo de este idealismo es el dado por la investigación crítica de la humanidad, y es insuficiente porque no se llevó al materialismo a sus últimas consecuencias, que son las del socialismo ateo, por la oposición tanto eclesiástica como capitalista, y por la de sus aliados proletarios, que a la vez que se oponen a algunos aspectos del materialismo aceptan otros y van variando sus posturas, lo mismo que la clase dominante, en una evolución retrasada por el conservadurismo, que a veces tiene razón, porque no toda evolución es buena y porque está mal forzarla.

El idealismo capitalista se corresponde con la practicidad capitalista, la “praxiocapitalidad”, que es la práctica que promueve al capitalismo, sea capitalista ella misma o no: refiere tanto a la capitalista como a la procapitalista, y también hay que enfatizar en la práctica injusta no relacionada con el capitalismo, e incluso en la anticapitalista, para que la crítica se complete. La articulación entre el idealismo y el capitalismo es histórica, por lo que hay injusticias de uno y otro que se deben a sí mismos.