Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 7 de marzo de 2019

Auge del capital ficticio y exacerbación de la ficción y la impostura

Hoy en día los géneros discursivos más verídicos, como el del periodismo y los documentales, pasaron a segundo plano y se volvieron algo ficcionales, lo que se percibe fácil en las notas de chimentos, con sus rumores políticos, o en los relatos biográficos de entretenimiento, cuestión en sintonía con la apelación al parecer como método para justificar el propio argumento, al tiempo que hay una profusión inmensa de espectáculos televisivos teatrales, en películas y series, ambos temas vinculados al liderazgo del capital ficticio. Hay una relación cercana entre la fe, los credos y el fingimiento, porque las doctrinas de fe, al fundarse en la creencia, conducen a que haya que impostar en materia de lo que éstas no admiten bien, ya que su moral condena a lo que le es extraño. Asimismo, el capital ficticio es el que más finge, y hoy en día supera con creces al más verídico, el de la economía más salarial, que no es tan ficticio aunque tenga fundamento fetichista. El claro nivel de hegemonía del capital ficticio es un indicador del predominio del fingimiento en las relaciones sociales, aunque éste no sucede del mismo modo en las distintas clases, sino que se concentra más en las superiores. En el proletariado se da más como engaño simple, que es un problema menor pero importante.