Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 2 de marzo de 2019

De la seudodemocracia y de que el socialismo es autocontradictorio

. Tanto la democracia liberal, a cuya izquierda está la socialdemocracia, como la comunista, de representación gobernante unipartidaria, son democracias falsas, en el sentido de decaídas, de que funcionan algo mal. El mal funcionamiento no se debe sólo al gobierno, sino a la sociedad entera, así como lo que anda bien.

. Las corrientes socialistas se contrarían entre sí. No hay diagnóstico ni estrategia común, hay infiltración de los servicios presidenciales de inteligencia poco concientizada y mucho disenso interno, a la vez que el centro clerical no puede superar al liberalismo ortodoxo. Una condición básica para la emancipación social es la acción bien coordinada entre los partidos socialistas. En tanto que no la haya, aquélla se frustra, pendula sobre todo entre la retrogradación y el conservadurismo por la radicalización de la crisis capitalista y porque la religión guía a las masas hacia la derecha, aunque sea moderada, o a formas moderadas de la izquierda, todavía religiosas de credo teísta. La operatoria de los medios de comunicación hace a la superestructura ideológica cuya base son los credos. Entonces, existe el fetichismo comunicativo, la falsedad comunicacional, que es fuente de incomunicación y de mala representación. El fetichismo de la comunicación es el de que se toma al discurso por verdad sin saber que lo sea, la ilusión de verdad, la credulidad, que se da por la fe porque ésta autoriza a considerar a una idea como verdadera por el mero hecho de creer en ella. Esa mala comprensión se topa con la realidad, porque al vivir cotejamos lo que pensamos para saber si es cierto, aunque no siempre se lo haya averiguado.

Las iglesias funcionan como centros doctrinales, afines a algunos partidos políticos en tanto que éstos expresan ideologías de fe. De allí parte importante del gran peso de la derecha, tan difícil de vencer, porque colaboran a difuminar la ideología dominante del liberalismo, mediante su traducción sacerdotal. El liberalismo contiene una ideología muy de fe, y que llegó a entenderla como creadora de verdad. Luego hubo que adecuar las creencias a lo descubierto mediante la indagación empírica, pero aún así se confunde mucho a lo hipotético con lo cierto. Es que el constitucionalismo liberal implicó la concordancia legal de varias instituciones, las empresariales en primer lugar, pero luego las del gobierno y las iglesias, las de las sedes principales del estado, y también a las edificaciones menores, incluyendo a las viviendas de los habitantes urbanos. El liberalismo es una filosofía de religiosidad ecuménica liderada por el cristianismo protestante. Tiene una estética, la estética liberal, tampoco del todo coherente ni muy conciente.