Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 16 de marzo de 2019

Clase dirigente, capitalesía; clase gobernante, miembros del gobierno

La clase dirigente es la que manda al conjunto social, y está determinada por el mandato de las asambleas constitucionales, las que erigieron al empresariado mayor como líder social, un sector del laicado alto primeramente fiel, ya que la burguesía originaria fue de fidelidad cristiana, al principio protestante y después católica, antes de que su ideología, el liberalismo, se expandiera por el mundo con la tolerancia ecuménica, que debió ser pensada por los clérigos de la edad media, ya que ellos se encontraron con el problema de la existencia de muchas religiones, con doctrinas contradictorias, de civilizaciones con las que hicieron la guerra. La clase gobernante, en segundo lugar, es la que integra los gobiernos. Los miembros de los gobiernos son quienes componen a la clase gobernante, muy atravesada por capitalistas, al haber sido capitalistas algunos de los integrantes de los tres poderes del gobierno republicano, originalmente monoteísta. Las asambleas constituyentes liberales, las de las revoluciones burguesas, establecieron el mandato del empresariado de acumulación salarial intensa, luego recomplejizado con la especulación de las finanzas. Este poder de mando es una constante constitucional, ya que la ley mantiene al predominio de la propiedad privada de las empresas grandes y de las acciones. Luego, los gobernantes, tienen que aceptar ese marco, ya que no hacerlo los haría ilegales, deponibles con el ejército, en el caso de que le estuvieran en contra.

Las asambleas constituyentes de las repúblicas modernas establecieron a la clase capitalista como hegemónica, siendo ella laica, y pía en general, de profesar más en privado que en los templos pero luego con enseñanza privada, así como mucho de la ley es clerical, porque las iglesias son algunas de las instituciones contenidas en la constitución y por su gran presencia histórica, y al mismo tiempo aquellas asambleas compusieron al gobierno tripartito, con dos de tres poderes sometidos a sufragio masivo, lo que hace a una dictadura de pocos con participación relegada del pueblo. Las asambleas burguesas se proclamaron a sí mismas como representantes del pueblo, y de hecho lo representaron, pero con un modo ingrato, de ideología fideísta. Al designarse como representantes del todo social se atribuyeron un poder de mando que persiste mientras que rija su ley, aunque con quiebres, concesiones y ribetes. Las elecciones abiertas lo que cambian es a los gobernantes de los poderes ejecutivos y legislativos, salvo excepciones como en Bolivia, cambios que impactan en la clase dominante sin deponerla como tal porque el poder del gobierno votado por los pueblos es inferior al mandato de las asambleas constitucionales, que prioriza a la propiedad privada por sobre la del gobierno estatal y la comunitaria.