Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 28 de marzo de 2019

De la condena al orteguismo y al madurismo, con disgresión sobre parte del socialismo asiático y africano

Los gobiernos de Daniel Ortega en Nicaragua y de Nicolás Maduro en Venezuela son reprobables por cuestiones conocidas, la brutalidad tremenda con que reprimen a sus opositores entre otras. Sus desempeños económicos van de mal en peor, sin que dependan sólo de sí mismos, ya que están inmersos en la crisis internacional con bloqueos estadounidenses y sabotajes empresarios. Aún así, algunos de quienes los condenan omiten declarar bien su adhesión al liberalismo dominante, es decir, su intención en pro del capital, pretendidamente democrática y respetuosa de los derechos humanos, lo que tampoco se sostiene por ser algo aparente e incompleta. En primer lugar a estos gobiernos socialistas se los tiene que entender desde la ciencia militar y como sometidos a la principal potencia del mundo, los Estados Unidos, que tienen muchos más muertos en su haber, así como devastaron a las economías de los países a los que oprimen, sumiéndoles en la miseria. Asimismo, el imperialismo europeo, el de Gran Bretaña, Francia y Alemania, seguidas de España, Holanda, Bélgica e Italia, y de las demás, que hace gala de buena conducta, es peor para sus países dominados de lo que Ortega y Maduro les hacen a sus enemigos, lo que a ellos no los exime de tener que controlar bien sus fuerzas, y eventualmente renunciar, o ser depuestos, si cupiera y pudiera ser bien hecho, de manera tal de que no se beneficiara el capital con el cambio, cosa que ocurriera bastante, pero para decidir bien eso habría que examinarlos con objetividad y perspectiva suficiente, ya que no son los únicos que tendrían que irse. El imperialismo chino y el ruso, entre los otros, como el indio, debieran incluirse en el recuento. El análisis del imperialismo no tiene que reducirse a las potencias principales, sino que debe contener a las secundarias y terciarias, que a su vez llevan divisiones internas, al haber pujas dentro de cada región y país, como la de las metrópolis con el interior. Los países son como 185, de los que hay unos pocos que lideran el imperio humano, algunas potencias intermedias y muchas menores. Los bloques son el liberal y el socialista, el primero de los cuales tiene dos grandes líneas internas entre cristianas e islámicas, así como religiones menores, la de Japón, y se compone en general de los países de América, Europa, África y Oceanía, cuyas presidencias fueron a veces socialdemócratas sin que por eso el régimen dejara de ser de dominio privado. El segundo abarca a gran parte de Asia, con China y la India como potencias centrales y Vietnam y Corea del Norte como países secundarios, así como incluye a países chicos de Latinoamérica, los de Cuba, Venezuela y Bolivia, los dos últimos de presidencia polipartidaria, en alianza crítica con los gobiernos progresistas liberales. El gobierno nicaragüense forma parte de este bloque, el del Foro de San Pablo latinoamericano, que reúne en el continente, de manera provisoria, a los gobiernos de la segunda internacional, de socialdemocracia atea y teísta, con el maoísmo y los restos del leninismo posterior a la caída de la URSS, así como con la democracia cristiana de centro, la correísta, la kirchnerista y la de Lugo. Zelaya y Lula son socialcristianos. López Obrador es miembro del este grupo. El bloque socialista es el perdedor, porque no socializó a las empresas matrices, que existen en él más como capital público y privado que colectivo, ni su parte comunista al gobierno, por lo que hay que evaluarlo como el sometido de la relación, cosa que se corresponde con su adscripción proletaria. El bloque capitalista, que lidera en el mundo, es más pro-empresarial.

Los países de Libia y Siria, así como el de Irak, tuvieron gobiernos socialistas atacados por los ejércitos liberales, el estadounidense con apoyo de los europeos, no sin razones válidas pero sin que éstos hubieran explicitado su adhesión al capital. La cuestión de la democracia es un elemento en parte legítimo para las intervenciones militares, por los dotes autoritarios de los socialismos incipientes, con formas hasta arcaicas, como las dinásticas, pero también es recusable, al darse éstas entre algunos de los aliados liberales, como las monarquías árabes, a las que no se condena parecido, y más por omitir la crítica a sus propias faltas, a fin de cuentas más importantes por tratarse del bando ganador. Que el liberalismo sea peor que el socialismo no implica que el socialismo no se le compare, que no le sea más malo nunca, ni que no deba corregir lo que sea. Para evaluar al socialismo también hay que tener en cuenta que sucede bajo hegemonía liberal, o sea, que no es un socialismo verdadero, ya que no socializó las grandes empresas, lo que depende de la evolución internacional y que no necesariamente conllevaría a la socialización del gobierno, esto es, a la superación de la república como modo de gobierno representativo, tripartito y fidente. En los países del bloque socialista lo que se da es un capitalismo alterno y repúblicas de constitución comunista, socialista o liberal, con presidencias de ideología socialista, exceptuable la India, que tuvo y puede tener presidencias de partidos de derecha, presidencias que en los países comunistas son más permanentes, por habérselas establecido así en las leyes mayores, en cuanto que las socialdemócratas de los estados liberales son intermitentes. En la India sucede que la presidencia es multipartidaria pero el gobierno es socialista, por ser socialista la constitución, de un socialismo todavía no plasmado en la gestión de las empresas, o sea, que en la India, en el caso de que los partidos liberales ganaran la presidencia, deberían someterse a la constitución socialista, sostenida desde el poder judicial, ya que es un país republicano, pero sin la necesidad de socializar las mayores empresas, ya que ni las presidencias anteriores del Congreso Nacional Indio lo hicieron. Cabe mencionar que la socialdemocracia del CNI arrastra una pobreza tan grande como la del común de la periferia, lo que no es su responsabilidad exclusiva y que sucede a la vez que la supervivencia de como 1350 millones de personas.


Países africanos con presidencias del bloque socialista (clasificación aproximada y más de facto que según las alianzas con las potencias del BRICS):

. República de Sudáfrica, ya que su poder ejecutivo, del Congreso Nacional Africano, es de izquierda, presidiendo a un país de ley liberal con religión principal cristiana.
. Mozambique, país mayormente cristiano y de minoría amplia musulmana; desde su independencia en 1975 hasta ahora fue presidido por el Frente de Liberación Mozambiqueño, bajo sistema unipartidario hasta 1990. Es una república de ideología socialista, gobierno polipartidario y economía capitalista. Habría que ver qué relación se da entre los tres tipos de capitales (privado, público y cooperativo).
. Angola, república multipartidaria con predominio de la izquierda en el gobierno más sufragado, producción asalariada y religión principal cristiana.
. Tanzania, república liberal con presidentes principalmente socialistas y mayoría religiosa entre cristiana e islamista.
. República Democrática del Congo, de mayoría cristiana, liberal; su presidente integra la Unión para la Democracia y el Progreso Social, de la segunda internacional.
. República del Congo, de menor población que aquélla y más animista que cristiana y musulmana; tiene un sistema multipartidario bajo el liderazgo del Partido Congoleño del Trabajo, de inspiración leninista, siempre con economía capitalista.
. Kenia es una república de gobierno pluripartidario pero que desde su independencia fue presidida obre todo por la Unión Nacional Africana de Kenia, de corte izquierdista, como su presidente actual, con amplia mayoría cristiana y primera minoría del islam.
. República Centroafricana, liberal con ejecutivo socialdemócrata, de Convergencia Nacional; medianías cristiana y animista, minoría islámica.
. Nigeria, república liberal con presidente del Congreso de Todos los Progresistas, con medianías musulmana y cristiana.
. Eritrea, república unipartidaria, presidida por el Frente Popular para Liberación de Eritrea, en cerca de dos tercios cristiana y de tercio restante casi todo islamista.
. Níger, república liberal, de amplia mayoría musulmana y sunnita, presidida por el Partido Nigeriano para la Democracia y el Socialismo.
. Burkina Faso, república de gobierno pluripartidario presidida por el Congreso por la Democracia y el Progreso; medianía islámica y minorías animista y cristiana.
. Guinea, república popular de gobierno multipartidario presidido por la Asamblea del Pueblo de Guinea; cerca de 85% musulmán y el resto de cristianos y animistas.
. Guinea-Bisáu, república de presidencia polipartidaria obtenida por el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, de la segunda internacional; sin datos religiosos.
. Malí, república liberal presidida por la Asamblea por Malí, de la segunda internacional; casi todo musulmán con minorías católica y mixturada.
. Argelia, república liberal presidida por el Frente de Liberación Nacional, de política derechizada; casi toda la nación es islamista

Total: 16 países.

Países con presidencias del bloque capitalista (corregible): casi todos de repúblicas liberales, con mayorías religiosas entre cristianas e islámicas y primera minoría animista; Etiopía, Namibia, Botswana, Zimbawe, Madagascar, Zambia, Gabón, Somalía, Uganda, Sudán del Sur, Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Gambia, pte. miembro de la Unión Internacional Demócrata; Senegal, pte. de la Internacional Liberal; República Islámica de Mauritania, pte. de la Internacional Demócrata de Centro (quizás del otro bloque); Reino de Marruecos, monarquía republicana, Egipto. Total: 21 países.

Casos raros: Sudán, Camerún. Chad puede que esté en la esfera socialista, ya que su presidente, del Movimiento de Salvación Patriótica, considerado nacionalista, enfrentó al dictador de derecha Hissène Habré; Sahara Occidental, Libia. 5 países.

Restan 12 países chicos.

El cuadro internacional de presidencias socialistas es contradictorio, por las diferencias entre la socialdemocracia y el comunismo en primer lugar, y las de los subsiguientes, así como los liberales tienen ramificaciones, disputas internas, confusiones, reversiones controladas y muchos otros detalles. Cabe estudiar en él la calidad del liberalismo y del socialismo islámicos, así como al Asia irania, al insular y a Oceanía, y demás. La socialdemocracia es la bisagra entre el liberalismo y el comunismo, porque en los países liberales presidió gobiernos de capitalismo heterodoxo, parecido al liberalismo de centro, y en el de ley suprema socialista, la India, permite que la presidencia sea de derecha en su ideología pero no tanto en su política, que es juzgada por una ley socialista, pero la economía es capitalista también, por lo que la ley rige en falso, cuestión común a los bloques y que acontece de maneras diferentes en cada cual: el comunista centraliza el gobierno en una economía capitalista mixta de prioridad pública y el liberal se basa en las ficciones jurídicas de la igualdad en abstracto, entre otros temas. Debe ser de un capitalismo alterno entre el comunista y el de la socialdemocracia normal, en el puesto 130 del índice de desarrollo humano de la ONU, que tampoco es la verdad absoluta, porque el indicador esconde su ideología liberal.

En el continente africano se dibuja un mapa tal que a grandes rasgos la zona sahariana es de preponderancia islámica, en tanto que la subsahariana lo es de cristiana, con pocos países de mayoría animista; casi todos de constituciones liberales, es decir, que tienen repúblicas de gobiernos tripartitos y economías con defensa de la propiedad privada y permiso absoluto al lucro, sean sus presidentes de derecha o de izquierda, lo que hace a diferencias medianas y menores pero importantes para la evolución histórica.

Los bloques en pugna están intersectados por la socialdemocracia, que es tanto liberal, por adherir a la ley de partidos políticos de los estados liberales, como socialista, por su propia voluntad, corriente que en cantidad portentosa es de socialismo teísta, aquello primero, lo de ser liberal, por sujetarse a la ley vigente, cosa que al trotskismo también le pasa pero sin que obtuvieran poderes ejecutivos por lo radical de su propuesta, lejana a satisfacer las necesidades urgentes del grueso del proletariado, sobre todo entre el precario y el indigente, que no pueden hacer tanto a la revolución mayor porque no tienen la reproducción asegurada, no obstante vayan haciendo la que pueden, así sea a tientas y mientras que mueren. La articulación entre las líneas socialistas tiene que priorizar bien a los sujetos: primero el lumpenproletariado, porque es el más pobre, después el proletariado informal, luego el formal, antes que el empresariado medio y el capitalista. El empresariado bajo es de la parte del proletariado superior al indigente. El socialismo debe destruir bien a la clase capitalista, esto es, con justicia y respeto, porque si no la estrategia se falsea, entre otras condiciones para tener buen éxito, como la de desmantelar bien al empresariado popular. En verdad, la socialización de los medios económicos, si estuviera bien hecha, les gratificaría la vida, al permitirles liberarse en común, cuestión que explica al hecho de que algunos empresarios hayan sido socialistas. Para el empresariado la reivindicación socialista no es sólo altruista, sino que también es egoísta, ya que el bien social hace al individual y porque la producción bien compartida es más liviana que la privada.


Referencias de los países mencionados en Wikipedia.