El uso de la palabra "soborno" para referirse a un orden malo da cuenta de la dicotomía geométrica del orden en curso, que es la de asociar a lo bajo con lo malo y a lo alto con el bien, ya que se entiende al delito de pagar favores de los gobernantes como una acción baja en vez que mala, cosa que se replica con la infracción. Es un modo de apreciar la conducta que supone que lo alto es bueno, que mantiene a la jerarquía, de juicio vertical, dispuesto mucho en orden divino.