Al menos para las culturas cristiana e islámica, el patriarcado es teista porque sus estados y leyes replican a la idea eclesiástica de que el creador del universo es un ser masculino, lo que prioriza a los padres por sobre las madres en la jerarquía social. No por nada se le dice “dios padre”, o “padre nuestro”, y la idea de Alá representa a un varón, pero tampoco estaría bien reemplazarlos por diosas madres y hacer un matriarcado, lo que a veces ronda en el feminismo extremista.