Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

La chantada legal, su remedio y la juridicidad común

Una de las maldades actuales es la de la chantada legal, que es cuando la gente se aprovecha de los vacíos jurídicos para efectuar atropellos, excusándose en que la ley no los prohíbe. Es la acometida de maldades permitidas por la ley. Por eso es que, aparte de las reformas que fueren pertinentes, la ley debiera ser adaptable a las circunstancias por las personas, lo que tendría que ser social, de buena manera y estaría sujeto a las críticas que se le hicieran a esas adaptaciones. El sistema jurídico actual prioriza el cumplimiento de las normas por sobre la buena convivencia, siendo que debe ser al revés.

Otro tema es que el sistema jurídico vigente reposa sobre una ficción, que es la de que todas las personas sujetas a él son concientes de las normas que contiene, lo que es obvio que no es verdad y que causa injusticias, como cuando a los delincuentes se los pena por cosas que no sabían. Más allá de las reformas legales que se implementen, y que se tendrán que implementar hasta tanto la humanidad no esté dispuesta a reemplazar ese sistema por uno mejor, la consecución de la justicia tendría que hacerse socialmente y de acuerdo al sentido común, que tiene, o podría tener, los criterios suficientes para dirimir los conflictos. La manera de abodar los casos concretos no puede ser prescrita, porque los casos luego no se corresponden con aquélla, y de allí algunos de los problemas del sistema actual. Se podría improvisar el método judicial, pero para eso la gente tendría que estar bien predispuesta, para lo que tendría que ser verdadera, lo que no puede ser cuando sus objetivos de vida son distintos de los del disfrute bueno, como pasa con la compulsión acumulativa y el interés de salvar el alma para el supuesto más allá, que además predisponen a los fieles, y a los capitalistas, a ordenar a los demás de acuerdo con sus pareceres, por lo que reprimen a quienes se comportan de manera distinta de la que ellos consideran debida.