A la memoria de Guillermo Almeyra
La coherencia individual absoluta entre el hacer, el pensar y el decir, en particular con la tenencia de las propiedades económicas, es imposible, porque lo individual es condicionado socialmente, pero se le puede aproximar, así como coherentizarse la sociedad, lo que depende de la razón comunal y de la ley, que tienen asunciones individuales y grupales, con adherencias y quiebres, no siempre del todo exactos, respecto a las establecidas.