Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Sitio y civilización

Lo civil es lo asentado, o sea, lo de los sitios, como aquéllos en que los animales vivimos. Para los animales, asentarse supone la capacidad individual para migrar y luego establecerse en un lugar. Entonces, lo civil humano se inició con nuestras primeras casas, pero los primates también se afincaron en espacios selváticos, de ocupación poco duradera y competencia territorial feroz, antes de que la humanidad se expandiera por los prados. El hecho de residir es propio de muchas especies vivientes, y en la humanidad se da en los estados sedentarios, a cuyos miembros se define como ciudadanos aunque habiten suelo rural, ya que se trata de parajes conquistados, sometidos a cierto control, aunque no absoluto y lejano en algunas zonas. La viviendas agrestes también son sitios, por lo que son civiles aunque no compongan ciudades. Son lugares civilizados, incluso las más pobres. Las chozas son de las primeras viviendas humanas, hechas de palos, atadas con retazos de corteza verde y cubiertas con hojas y pieles. Se usaron los arados de piedra para cavar pozos. Con el hacha se cortaron ramas medianas y después troncos, más pesados para enterrar los parantes.

Las tribus nómadas del neolítico se asentaron en diferentes lugares al detenerse a descansar durante sus migraciones, lo que en trashumantes se combina con períodos largos de reposo entre las mudanzas, y los clanes paleolíticos también se ubicaron en lugares distintos, antes de volver a desplazarse.

Las ciudades se diferencian de las grandes colonias de las demás especies en que se hacen con el manejo de la metalurgia, o sea que suponen el del fuego y la piedra. En verdad se trata de las ciudades humanas, ya que hay otros tipos de grandes asentamientos, como los de las hormigas, pero no les llamamos ciudades.