Uno es el manejo de las cosas y la otra su regencia. Regir viene de recto. Se supone que alguien, o algunos, tienen razón, se les obedece y se les hace obedecer, con mecanismos contrapuestos pero sin buen resultado final. El "do" y el "di" que les da comienzo a sus conceptos se refieren a los hechos, ya que el latino "do" significa "hecho", como el do inglés, tanto en las lenguas latinas como en las germánicas. La condiciones y los condimentos lo tienen como núcleo semántico. El "minio" de "dominio" remite al manejo, al uso con las manos.
Cuando a los gobiernos se les dice "regímenes" se alude a que son dictatoriales y autoritarios, pero sin definir bien los términos, porque los mandatos presidenciales normales también son tanto regímenes como dictaduras, más o menos concentrados pero casi siempre con un único líder en el poder ejecutivo, quien preside al gobierno, turnándose más seguido que los presidentes socialistas, que tienden a ejercer mandatos más largos, ambos modos con calidades variables y con tenencia permanente, vitalicia y hasta hereditaria de la mayoría de las grandes empresas. Una dictadura es un dictado, o sea que el concepto no alcanza a caracterizar bien a los gobiernos asumidos con golpes militares, ni tampoco a los socialistas de partido único o con persistencia mayor a la liberal. Los liberales acusan lo dictatorial del socialismo, pero no asumen que ejercen el principal dictado del mundo, al que tienen porque son la autoridad mundial principal.