Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Del gobierno votado

El sistema republicano liberal instauró una forma de gobierno elitista, de miembros elegidos por muchos de los residentes de los países, los que ponen su papeleta ensobrada en la urna. La elite es un grupo de escogidos, un grupo selecto, que se abrió entre la antigüedad y la edad media, cuando el rey se separó del juez -antes la misma persona tenía ambos cargos, lo que provino de las jefaturas tribales-, y que se complejizó con las revoluciones liberales, que establecieron una jerarquía que además de jefe político máximo, el presidente moderno, tenía jueces y legisladores, formas más abiertas de la corte antigua, completada con ejércitos, policías, hospitales y escuelas, que con el avance burgués se fueron masificando, a la vez que crecía la población humana. La soberanía fetichista pasó del rey al pueblo: antes se pensaba que dios designaba al rey y luego que le da la soberanía al pueblo para que éste eliga a sus representantes mediante el voto, un modo de opinar cercano al rezo. Entonces, en el desarrollo desde las tribus primitivas a la república burguesa se dio una complejización jerárquica, que hoy implica una poliarquía cerrada, ya que no se trata de un gobierno abierto, sucede en edificios privados, que pueden abrirse pero con las limitaciones de su forma y contenido arquitectónicos. El gobierno privado es privado aunque se abra, pero al abrirse se hace menos privado y más público, lo que, aunque sea insuficiente, es importante para el recorrido dentro de una misma fase de desarrollo político.

El gobierno electo es afín a la elite dirigente, pero ésta es la más poderosa, existiendo ambas intersectadas, ya que tiene las más grandes empresas y de manera permanente, con tenencia vitalicia de las acciones y transferencia transable y hereditaria. Son dos grupos distintos de elegidos, pero, ¿quién eligió a los dueños de las mayores empresas? Es una elite sin elector, o autoescogida como rectora de la sociedad. ¿En qué fundó su selección? Las mayores empresas tienen productos brutos que superan a los de algunos países, por lo que son sociedades de escala nacional cuyas autoridades se deciden según la tenencia de títulos de propiedad, a los que también se transfiere con canjes y robos, es decir, que los empleados no votan por sus jefes. Son organizaciones de mando tiránico y reglamentadas en la ley.

En el sistema jerárquico el gobierno es un grupo de elegidos y las empresas grandes tienen pocos dueños. Ambos subsistemas mandan a enormes conglomerados de gente: las naciones y los obreros. Las iglesias tienen sacerdotes, pocas guías sobre muchos fieles. La prensa tiene público, con los periodistas como emisores principales. Estas cosas suceden con excepciones y de formas raras, como una estructura imperfecta, que además cambia con el tiempo según evoluciona la sociedad, a veces relajándose dentro de sus límites, otras cambiándolos sin alterar los estratos más profundos, que permanecen entonces como condicionantes básicos; unas terceras estrechándose, y hasta con matanzas de zurdos. Lo que hará falta es la transformación suficiente, o sea, que la humanidad, mientras que exista y no la haya encontrado, seguirá dando vueltas alrededor suyo.