Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 10 de enero de 2020

De enfermedades sociales poco reconocidas

Tanto la sobrealtura social como la sobrepropietarización suelen ser enfermedades sociales, causando que la sociedad pierda firmeza por aquéllo pernicioso que implican, sus causas y consecuencias nocivas. La igualdad social tampoco tiene que ser absoluta, pero sí general, o mayoritaria por mucho respecto a la desigualdad, que está extremadísima por la concentración exorbitada de nuestros capitales. La pobreza se da tanto por falta como por exceso de bienes. Se trata de pobrezas distintas, que se potencian mutuamente, ya que una aumenta a la otra y viceversa, reduciéndose ambas por la riqueza austera de esta época de sequedad económica, con penuria social extensa. Se relacionan con los credos porque las clases se distinguen por la posesión de capitales crediticios, así como monoteístas, o adorantes de hombres en particular, hayan sido éstos liberales o no. Se cree en las personas según obedezcan a los cánones imperantes en cada región, cuestión crítica y que redunda en la apropiación individual de las riquezas. Entonces, la desigualdad social tiene una relación intrínseca con la confianza, a la que se plantea más que nada desde morales sagradas, que tienen su correlato legal y universitario, mediante las ciencias teológicas y sus derivaciones en las naturales y sociales, dentro de la falsa división científica de la modernidad del capitalismo de fe, que da a entrever que la sociedad humana no es natural, lo cual, por medio de la ley, ordena al accionar policial y judicial, que interpretan la conducta desde morales religiosas, a las que se enseña hasta en algunas de las instituciones educativas financiadas por los ministerios. En el comunismo esto puede replicarse en términos demoníacos, con una ciencia descreyente más cierta pero todavía insuficiente, lo que es una contrafigura falsa, pero tampoco superar al satanismo es garantía de bondad plena. La bondad necesaria para componer bien la coexistencia humana depende del comportamiento de todo el conjunto, por lo que todo este grupo debe tener buena razón para que eso salga bien. La buena síntesis del debate científico humano, que ordena a la apropiación, tiene que ser concluída por la humanidad entera, por lo que la concreción incuestionable del socialismo depende de una transformación ideológica muy grande, que puede llevar siglos y que requiere del funcionamiento masificado de las instituciones, que a su vez reproducen al capitalismo iniciado por los ingleses. Mientras que no se concrete el socialismo, habrá capitalismo, por lo que los gobiernos desempeñarán políticas capitalistas de acumulación compulsiva de ganancias, que mantendrán la diferenciación social, cuestión ligada a la de la jerarquización social, muy alentada por el proletariado. Nuestros defectos ideológicos también hacen a la salud de la naturaleza, a la cual pertenece nuestra especie.