Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 27 de enero de 2020

Pronombres, gramática y lucha socialista

Loa pronombres personales nombran humanos, no importa si fingientes o no, que es a lo que se alude cuando se habla de las personas, cuya expresión viene de las máscaras, o sea, que son pronombres humanos, y, más aún, genitivos, en cuanto que designan a los seres vivientes, que somos genitales porque tenemos genes. Excepcionalmente pueden aludir a lo inerte, que no puede ser hipócrita porque, al no vivir, no piensa. Los pronombres son las palabras que usamos con la intención de nombrar bien a los grupos a los que se quiera referir. La palabra "pro-nombre" supone el interés de nombrar bien, cosa que muchas veces no pasa aunque se los diga, así como a veces conjugamos mal los verbos, o decimos mal los tiempos. Al pensar, es importante conjugar bien los pronombres, ya que, si no, el pensamiento define mal a su sujeto, por lo que transcurre mal, y también puede hacerlo por definir mal al predicado, que tiene muchas variables internas, como los circunstanciales. Esto es un problema de gramática. La multitud, que es el pueblo, en su gran mayoría proletario, necesita de la buena gramática para organizarse y luchar, así como la elite para deshacer sus desarreglos, aceptar descomponerse como debe, pero la gramática es una medida verbal, inspirada en las mediciones en gramos, por lo que carga con los yerros de la modernidad vigente así como tiene su lógica, al lado de las cuentas matemáticas, de gran nivel de abstracción y lejos de estar del todo bien correlacionada con la realidad a la que representa, como una lógica coherente poco verdadera. El modo hegemónico de entender la realidad tiene mucha incidencia en la gramática social, en la manera social de construir el lenguaje, pero ni es del todo falso ni deja de tener mucho soporte de base. El movimiento de arriba a abajo tanto predomina, por la fuerza de las armas y su apoyo popular, como fue subsiguiente al inverso, que es el de fuerza mayor, sin que haya buen funcionamiento conjunto.