Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 21 de enero de 2020

Telar y arado

El telar es posterior a la agricultura, ya que demanda tareas de carpintería, con filos de piedra, ramas peladas y agujereadas y telas vegetales o de lana animal, es decir, de la domesticación de animales lanudos, que tiene antecedentes previos a la invención del arado tanto como carácter sedentario en su realización plena, al igual que comer es más urgente que vestirse. El orden inspirado en los telares fue antecedido por el arado de la tierra, que es una actividad más básica. Al horadado de la tierra lo hacen hasta las plantas, lo mismo que los animales cavadores, que meten sus raíces y sus uñas en la tierra, durante lo cual la empujan y trasladan. El arado ya implica el resquebrajamiento terrestre con piedras puntiagudas. A partir de la invención de las vasijas, esto se combinó con la irrigación de la tierra escarbada en las cuencas de los ríos, de donde vienen muchas de las identidades étnicas, pocas veces bien universalistas por la soberbia conceptiva de cada cual: suelen creer que su origen es el más importante. La cuencas cultivadas de los ríos dieron lugar a las primeras civilizaciones, con sus interpretaciones de la realidad y sus mandos, que mal entendidas sirven para justificar a las reacciones, priorizando los linajes raciales de los sitios iniciales de asentamiento y sin asumir bien su mestizaje previo, contemporáneo y posterior.