Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 27 de enero de 2020

De lo muerto a lo vivo, y viceversa

Los seres vivos somos de lo inerte, así que tenemos que entender bien nuestro carácter mortal. Lo muerto es lo que no vive, pero lo que vive se hace de lo muerto. Al organizarse se aviva, pero hay un estadío intermedio entre el agua y la célula en el que hubo los órganos internos y los pedazos de los superficiales que luego compondrían las células. Flotaban dispersos en el agua, mientras que pasaban los días y las noches. Los órganos son grupúsculos de materia que crece y se transforma, llegando a tener conciencia de sí y de su afuera, con reproducción, tareas conjuntas y comunicación, y hacen grupos tanto competidores como solidarios, entre sí y con sus otros, y con relaciones mutantes. Los primeros órganos no debieron durar más de un día. Les debió costar sobrevivir a la noche. O quizás se crearon a la noche, en el agua templada, y el sol los mató, hasta que se formaron las paredes celulares, que quizás hayan sido construcciones voluntarias de los órganos celulares internos, que se habrían puesto de acuerdo para cubrirse con los retazos de piel que habría en el agua.

Los órganos de las células fueron seres vivos anteriores a las células, por lo que hacen a sus etapas previas. En algún punto la fusión de materia en el agua terráquea causó seres genéticos, con cadenas de ácidos ribonucleicos, formas macromoleculares demandantes, que le empezaron a exigir cosas a lo que hubiera a su alrededor. La demanda supone voluntad, así que los primeros compuestos con genes adentro tuvieron conciencia. A la conciencia la dan los genes, cadenas largas de ácidos ribonucleicos. ¿Cómo se formaron, y cómo se pasó de éstas a la voluntad? Las células tuvieron voluntad, pero, ¿y los organismos subcelulares? Al tener uno de ellos, el núcleo celular, ácido ribonucleico, ahí empezó a vivir. ¿Cómo manejaron los núcleos celulares la materia a su alrededor para concordar con los otros órganos? El ARN antes que el ADN empezó a mover la materia a su alrededor, que tenía distintos cuerpos, con la potencia de la luz estelar, que al impactar en él lo afectó, haciéndolo reaccionar en su prolongación hacia sus objetos inmediatos, con los que se contactó, dándose en algún momento la célula. Es como si los ácidos nucleicos hubieran tenido la gravedad suficiente para atraer a su alrededor a las cosas que componen la célula, a partir de lo cual se crecería con piel celular. En verdad, como los que llamamos "órganos celulares" también se ven como celdillas en el microscopio, son células más chicas.

Las mitocondrias son órganos desoxirribonucleicos, próximas a los núcleos celulares, es decir, que en las células hay dos grupos ribonucleicos, que se engarzan al resto del citoplasma, hecho de agua y de otros órganos más chicos, los ribosomas, junto a la grasa circundante, con la que entre los tres hicieron a la piel, y el tema es más complejo. De la interacción de estos tres grupos de cadenas proteínicas, con otras cosas más, salió la célula, pero habría que ver de los virus, también seres activos pero a veces sin ADN, cuando sólo tienen ARN, y puede que hayan antecedido a los seres de ADN. Ya si quieren atacar a una célula para reproducirse, tienen la capacidad para percibirla, por lo que conciencia y voluntad, lo que son rasgos vivientes. Habría que confirmar que se alimentan y excretan. Lo cierto es que fueron cosas crecidas a partir del ARN. También tienen piel, y se los ve como celdas.

Si lo viviente es lo que crece a partir del ARN, entonces los óvulos y espermatozoides son seres vivientes -portadores de ácidos ribonucleicos compuestos, que son los del ADN-, quienes mueren casi siempre, ya que pocos se fecundan, un porcentaje centesimal. Las semillas contienen al embrión de las plantas, o sea, que son consecuencia de la fecundación ovular ocurrida en la flor con el polen, al menos en general entre las plantas. Por lo tanto, en el reino vegetal viven las células que hacen a las semillas, óvulos florales y esperma vegetal masculino, también de un reino algo transgénero. La vida, entonces, viene desde antes de la fecundación, pero al formarse los embriones éstos inician una forma nueva, que es la de los ácidos nucleicos combinados, una continuación de la existencia de los organismos ribonucleicos simples, que pertenece a la historia de los seres vivos, en la que la averiguación de la propia realidad es conjunta y evalúa la existencia individual y social, en particular las propiedades, con las opiniones no del todo ciertas, es decir, con información mentirosa, que es mala por el daño que causa.

En el movimiento humano inverso, el cuerpo ya no puede sostener a sus órganos intraesqueléticos, el cerebro, el cerebelo, la médula vertebral y sus prolongaciones, que concentran la información genética, por lo que son el núcleo corporal, protegido por el esqueleto, y entonces muere, pero hay toda una serie de estadíos intermedios, en los que el cuerpo es dañado y pervive, que son los de la enfermedad. En los otros animales y en las plantas esto se replica al menos en general, con esqueletos externos y troncales y con diferentes sistemas nerviosos, así como la circulación de savia es análoga a la sanguínea. De hecho, la clorofila y la sangre tienen una composición química muy parecida.