Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 8 de abril de 2018

De la organización de las masas por parte de los partidos

Los partidos políticos organizaron a las masas, de manera incompleta y con varias concepciones en pugna, pero los de izquierda no pueden ordenarlas en gran medida, por lo que la mayor parte de la emancipación social depende de sí mismas. La relación entre los partidos y las masas es una en que cada parte tiene su responsabilidad, siendo superiores los primeros pero más importantes las segundas, porque congregan a más gente. La emancipación humana depende de que las masas la adopten como propuesta política, lo que se supedita a la elección de cada una de las personas comunes. Los partidos pueden iniciar la crítica, pero ésta debe ser retomada por la gente más simple para que se pueda obtener el poder social necesario para el socialismo. El socialismo sólo puede concretarse si es una exigencia popular, por lo que la falsa conciencia proletaria es un problema insalvable.

La idea del mal menor en la elecciones es causada por el constitucionalismo republicano, que como es pro-capitalista implica necesariamente que los partidos que accedan al gobierno tengan que mantener y someterse a la ley vigente. Superar el problema político del mal menor requiere sí o sí de una reforma constitucional pro-socialista, por lo que de más o menos dos tercios de un electorado bien representado, o sea, de una predisposición socializante mayoritaria en el seno de las naciones, que asimismo tendría que ser representada coherentemente en una alianza partidaria que sería inestable y sometida al poder vigente, que cuenta con el apoyo estadounidense y europeo. Por eso es que Marx dijo que no se puede superar un sistema hasta que éste haya agotado su impulso. Hasta que las masas no hayan asumido la necesidad de superar al capitalismo y se articulen bien con los partidos que coincidan en ello no se podrá lograr bien este objetivo. De allí que habrá que soportar al capitalismo por un tiempo, al menos hasta que el grueso de las masas haya dejado de ser subconscientemente pro-capitalista, lo que requiere de que las organizaciones partidarias socialistas se pongan de acuerdo para transformar la legalidad suprema internacional. En el caso de que las trotskistas ganaran las presidencias, también tendrían que administrar al capitalismo, porque estarían sujetas al constitucionalismo liberal. La otra opción es la de derrotar a los ejércitos aristocráticos, que tampoco cuenta con apoyo masivo y que terminaría fracasando, o triunfando mal. La revolución social es social, por lo que es responsabilidad de la sociedad.


Fuente

Diana Asunción, “¿Porqué las masas no salieron a las calles contra la prisión de Lula?ˮ, en La Izquierda Diario, Buenos Aires, PTS, 7 de abril de 2018.

Este artículo motivó a cinco de las notas que le son contiguas.