Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 5 de abril de 2018

De la predisposición electoral de las naciones

De haberse optado por la vía sufragante para la obtención del gobierno, los partidos socialistas deben adecuar su táctica a la predisposición electoral de las naciones y a los proyectos de los grandes actores políticos populares, con críticas, excepciones y variantes circunstanciales, lo que puede implicar posicionamientos disímiles, aunque eso implique relegar reivindicaciones, ya que de todos modos no se las puede concretar sin apoyo mayoritario. Se puede participar en frentes democráticos retardatarios señalando las cuestiones que quedarán pendientes debido a la falta de madurez social, lo que permitiría impulsar a sus tendencias progresistas a la vez que señalarle las presunciones a las masas, cosa que serviría para que se preparen para enfrentarlas. El criterio para decidir el nivel de las aspiraciones tiene que ser el de las demandas proletarias del momento: no se puede revolucionar mucho más de lo que el proletariado pretenda, pero hay que entender también que el empresariado no capitalista es parte del proletariado, es decir, de la clase más dedicada a la producción de los bienes de subsistencia. La producción necesaria no se acota a la fabricación, sino que contiene a la provisión de las materias primas, el transporte, la comercialización, la contabilidad y la judicatura empresarial, y tal vez a más instancias, como las de los servicios, algunas de las cuales son prescindibles pero necesarias en esta etapa histórica, por la vigencia de la ley actual, que requiere de la adscripción legal y contable de las empresas. En sentido etimológico el proletariado es la clase que quiere el progreso social, porque la prolación es la gratificación: elaborar es construir, es levantar cosas, o, más en abstracto, procesar cuestiones. La clase privada, que es conservadora, puede declarar que aspira al progreso social, y en cuestiones puntuales cumplirlo, pero en general es anti-progresiva por ser conservadora. La clase capitalista opera una mala prolación, un mal progreso, por el mal desarrollo, que es el modelo económico al que impulsa, concomitante con la especulación financiera, su objetivo principal. La clase capitalista ofrece a los pueblos el progreso fallido del seudo-desarrollismo para justificar al enriquecimiento financiero, que es su interés primario, al que realiza en paralelo a la crisis de los modelos societarios, dentro de esa lógica de beneficiamiento vano en la que está metida y que es correlativa al pietismo más estricto, sobre todo al monoteísta. No obstante, el pueblo también es algo mal desarrollista, por su fideísmo, su religiosidad y por la política procapitalista heterodoxa que tiende a sostener, pero lo es menos porque en general no es capitalista, y cuando lo es suele serlo de la capitalidad menor.