Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 12 de abril de 2018

Para la crítica de la corrupción capitalista

La manera de zanjar el tema de la corrupción de los gobiernos socialistas y populares en el republicanismo federal burgués es con la crítica de la corrupción capitalista, que se centra en la propia de la alta economía. Mientras que la ley suprema de las naciones sea capitalista, los gobiernos tendrán la corrupción de los grandes negocios, en que los grandes empresarios interactúan con los funcionarios públicos por medio de sobornos, pero habría que saber qué forma concreta adopta aquélla en los diferentes tipos de gobierno, para saber si da lo mismo la calidad del gobierno en materia de corrupción, tema difícil de estudiar porque los actos corruptos suelen ser mantenidos en secreto. No obstante, la corrupción social no se acota a la principal ni a la de la relación entre la economía y la política, sino que es más amplia, abarcando a la totalidad de las instancias sociales de acuerdo a cómo éstas procesan la disimetría entre la falsedad de las ideas dominantes y su incumplimiento práctico. La corrupción es transclasial, adquiere distinta importancia según sus implicaciones y evoluciona en la historia. La buena solución para la corrupción es la de basar la ley y la moral en la buena ciencia, a lo que siempre se terminaría de definir en concreto y por las y los humanos a quienes atuviere. En el capitalismo la corrupción primaria es la de los capitalistas, siendo que la de los gobernantes es secundaria, aunque menos cuando éstos últimos, además de gobernar, son usureros.