Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 11 de abril de 2018

El ultraizquierdismo debiera ser bien urdista

Bien urdista quiere decir promotor del buen orden, del bueno de verdad, no del buen orden aparente del fideísmo vigente, ni tampoco del obsecuente con las maldades del materialismo, ni de los gobiernos materialistas en particular. Al tornarse anarquista, en vez que bonarquista, el ultraizquierdismo decayó: llegó a plantear una crítica integral al sistema vigente, pero algo equivocada, que le impide empalmar las circunstancias presentes con una perspectiva resolutiva de sus males a corto, mediano y largo plazo, que contemple bien a la cuestión gubernativa, lo que tornó a sus utopías en sombrías y aparejó que su politización persistiera degradada. El anarquismo tiene buenas ideas y propuestas, pero están sumergidas entre las malas, lo que impide que aquéllas sean explícitas y enaltecidas, aparte de que para superar sus errores los anarquistas tendrían que admitirlos, a lo que no son muy dados a consecuencia de su orgullo, lo que es un problema extendido dentro de la izquierda, y más en general en la humanidad, aunque sea contrarrestado por la capacidad de autocrítica, todavía algo insuficiente.

Hay un equívoco en el tema del arquismo, al que se suele confundir con el gobierno, pero es probable que el arquismo, en sí mismo, designe al orden. El orden social es más amplio que el gobierno, que es parte de su núcleo directriz y que responde algo incoherentemente a la base, a la que a su vez dispone. Es un orden provisional y algo caótico, que se compone de todos los elementos de la sociedad, a los que se centraliza desde la instancia de mando principal, que se compone de las instituciones altas, como las cámaras empresariales y las iglesias, o los sindicatos y partidos, además de las gubernamentales. Es un orden contradictorio compuesto por partes estratificadas algo solidarias y algo confrontativas entre sí.