Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 2 de mayo de 2020

Del manejo de puertas y ventanas con el coronavirus

El coronavirus es aéreo, por lo que vive durante un tiempo en el aire, mientras que le duren las reservas de agua y la temperatura no le rompa el ARN. Persiste por más tiempo en ambientes húmedos y fríos que en los secos y cálidos. Al haber los contagios masivos, sus enfermos, en quienes se replican, los expulsan de a millones, a casi todos, si no a todos, cubiertos de saliva, por lo que muchos van a parar al piso a poco de expulsárselos, pero otros quedan flotando en el aire, lo mismo que pasa con los que salen de nosotros al hablar y expirar, pudiendo ser llevados por el viento, y hasta muy lejos, según el viento que fuera, la temperatura y la humedad. Si los agarra un vendaval se los puede llevar por tres horas, o más. En los polos puede sobrevivir como por 14 días -se lo midió en heladera-, siendo arrastrado de un lado al otro según lo que lo toque, cosas que a veces lo matan, por ejemplo, si le rompen la piel, o si le quiebran el ácido nuclear con un golpe fuerte. Entonces, para disminuir la carga viral adquirida hay que manejar el ambiente aéreo. A las casas hay que ventilarlas, pero ¿cuál sería el mejor momento del día para hacerlo? Pienso que lo más seguro sería hacerlo luego de la parte más seca y cálida del día, o poco antes de que ésta termine, porque muchos de los viruses habrían muerto por deshidratación, pero habría que confirmarlo lo suficiente. También habría que ver que no haya gente tosiendo y estornudando cerca, o que haya poca, según el caso.