Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 3 de mayo de 2020

Falta lingüística

La indagación sobre el significado original de las palabras remite mucho al lenguaje indoeuropeo porque los investigadores manejan poco al africano, o mismo al del este asiático si correspondiera, que, como uno es anterior al indoeuropeo, y el otro quizás lo sea, el primero le antecede y el segundo tal vez lo haga: uno seguro que es su forma más profunda de entre las humanas, y el otro capaz que lo es. De todos modos, la complejización no le sacaría valor a la lingüística indoeuropeica, sino que la completaría con sus lenguas matrices.

De haberse dado el nicho del este asiático, la corriente migratoria salida del África le habría llegado tras migrar por la península arábiga, el valle del Tigris y el Éufrates, el del Indo y las regiones que van para Siberia por uno y otro lado del mar Caspio, entre otras, pasando por lo que hoy es Kazajstán, China y Mongolia, mezclándose con él antes de cruzar el estrecho de Bering, es decir, que las lenguas americanas originarias serían fruto del mestizaje lingüístico entre las de origen africano, con las mutaciones que hubieran tenido durante la migración por el oeste y el centro asiático, y las del este, que también habrían tenido sus variaciones a lo largo de la historia, pero siempre con un tema común, por la existencia terráquea, que se diera también entre grandes primates, cuyos aparatos fonatorios preceden a los nuestros. De todos modos, lo del nicho asiático está muy rebatido, por lo que, además de que falta terminar de dilucidar la cuestión, queda por componer la etimología indoeuropea con la africana.