Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 26 de mayo de 2020

Del obrerismo en los frentes populares

Mi postura es que el socialismo tiene que participar en los frentes populares intentando que su dirección sea principalmente obrerista, dejando al empresariado mediano en un lugar importante pero secundario. Si el proletariado adhiriese a un frente obrero, habría que hacerlo cargo de sus faltas políticas pasadas, ya que, de no asumirlas bien, cargaría con esa culpa, lo que le restaría fuerza para la emancipación, pudiendo pervertirse el proyecto original.

Para no cometer un asesinato de clase masivo, y lo mejor, pero casi imposible, sería no hacer ninguno, el socialismo deberá ser justo con el empresariado, lo que implica derrotarlo como se deba y demanda la crítica expresa a la derechosidad obrera, ya que para transformarla se la debe reconocer. Esto permitiría calibrar mejor la crítica a la socialdemocracia, la que dista de haber sido bien juzgada, crítica necesaria por ser el actor político socialista que está mejor predispuesto para ejercer la presidencia. Es el que más votos proletarios obtuvo, tanto como el causante de brutalidades tremendas, lo que no es tan raro en la política y merece sanciones justas, porque hacerlas injustas haría perder al enjuiciante, por condenar mal, lo que es practicar en falso, cuestión extendida también. Lo que es seguro es que reconociendo las faltas se previene de repetirlas, aunque eso tampoco es un criterio seguro. No bastan los criterios para todo, por lo que se tiene que evaluar el pasado y completarlos con la crítica del presente, y encima de manera social, y políticamente bien compuesta. Parece imposible... Por lo tanto, se dista mucho del socialismo acabado, por lo que hay que ajustar las expectativas inmediatas y las de corto plazo más que las del mediano. Tampoco serviría mucho decretar el socialismo sin que la mayoría obrera lo reclame abiertamente, aunque algo bueno sería. Hace falta una combinación, entre la imposición del socialismo en la ley, bien forzada, y la discusión con el proletariado para que adhiera al socialismo y reivindique bien sus religiones. Con el empresariado se debe debatir la descapitalización justa, cierto descenso social, con ascenso particular para el pequeño, y también el tema religioso.


Autocrítica

En verdad, el frentismo de izquierda no debe ser ni obrero ni popular, sino social, para sumar adeptos de todas las clases. El frente obrero deja afuera, o incluye mal, al empresariado progresista, y el frente popular lo hace con el alto, que contiene a gente moderada y de izquierda, es decir, que es injusto con ella.