Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 26 de noviembre de 2017

La crítica de Nietzsche fue negativa y aparente

Como escéptico fenoménico, Nietzsche observó a su realidad siendo pesimista y aparente, porque el escepticismo desde la universidad griega antigua adquirió un carácter triste, al que no tiene siempre, ya que existe el observacionismo positivo, pero, en términos revolucionarios, el conservador es malo, pero menos dolido que el reaccionario, al que Nietzsche adoptó al adscribir a su propia mitología alterna, porque en vez que al monoteísmo predominante de su época, el protestante, adhirió a un oliteísmo, un misticismo raro de pocos dioses, así como fue pro nobiliario en la época de las revoluciones lideradas por el empresariado urbano europeo. Lo más revolucionario era el ateísmo en ese entonces, y el socialista en particular, al haber habido liberalismo ateo, que era marginal. El ateísmo, como era materialista, entendió mejor a la realidad, porque el materialismo no se queda en la apariencia de las cosas, que es lo que hicieron el fenomenismo y la fenomenología, aunque ambos hayan alcanzado profundidad, porque no cuestionaron a sus denominaciones para hacerlas verdaderas. Entonces, su esencia nominal fue la de estudiar la apariencia de las cosas. Pecaron de mal nombre. Ese es el problema principal de la fenomenología, cuya denominación la orienta más hacia la superficie que a la profundidad de las cosas. En eso el marxismo la supera, porque es materialista. La crítica de Habermas a la fenomenología la vence porque él adoptó al materialismo histórico, pero su idea debe ser criticada. El socialismo ejerce una política desde una conceptividad insuficiente, por lo que ésta pierde, aunque tenga razón. Tiene razón insuficiente porque la suficiente debe ser social, de la sociedad entera. No obstante, la ampliación de la buena conciencia atenuaría algo de lo atenuable de la crisis de la especie, que siempre será crítica porque la competencia entre vivientes es esencial a la naturaleza. La humanidad podría controlar mejor su práctica, pero eso depende de lo verdadera que sea.

“Fenómenoˮ quiere decir “la apariencia de la cosaˮ, en tanto que “feˮ deriva del griego “phaoˮ, que originalmente significó “fuegoˮ, y luego “luzˮ, pero más tarde fue utilizado para hablar del aspecto, y porque “noúmenoˮ quiere decir “cosaˮ. La fenomenología es la ciencia de la apariencia de las cosas.