Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 9 de abril de 2017

Apareció el dueño...

Dijeron unos vagos ragamufin que parece ser que en París hubo un época en el siglo pasado, en el período de entreguerras, en que no le encontraban el dueño a una hemeroteca, y que anduvieron de varios institutos mandando peritos, hasta que después de como 20 años lo encontró Paul Ricoeur, pero al toque no se lo dijo a nadie, y tres años después dio a conocer quién era en La hemeroteca del sujeto, porque ya de última al tipo le decían “el sujeto”, aparte de otras más fuleras, como “iú nou jú” y hasta “el negri culiáu de las revistas”, o “magacine man” cuando se tenían que recatar.