Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 22 de abril de 2017

Para el balance histórico de la lucha de clases

Perdonenmé la especulación, pero recuerdo que el docente de prácticos que tuve al cursar Economía en la cátedra de Eduardo Jozami, de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, no sé su nombre, dijo que a Marx lo echaron de la comuna de París corriéndolo por izquierda. En su momento yo no sabía del tema, y ahora, que tampoco sé mucho, pienso que lo deben haber expulsado los anarquistas. No lo pude confirmar. Sea como haya sido, se pelearon como vedetonas mientras los asediaba el ejército prusiano, anteponiendo su vanidad personal a la emancipación social, problema que todavía no superó la izquierda, al igual que el de suponer que las ideas que se tienen son verdaderas, y suficientes, sin saber que lo sean. Esto da cuenta de un nivel de inmadurez cuya atención es prioritaria a la política activa, aunque ambas coexistirán, ya que entre bandos que se pelean entre sí no se le puede ganar a la clase dominante, e incluso así la lucha duraría mucho tiempo, porque el problema no es sólo clasista, sino integral. Para el éxito de la política revolucionaria, más que las ideas individuales importa la complementariedad proletaria, pero para ella las ideas individuales tienen que ser ciertas. Si no la lucha liberadora pierde.

Durante la comuna, según la Wikipedia, Bakunin dijo que ésta era anarquista, pero no podría haberlo sido en verdad, porque la comuna fue un gobierno. Habría sido un gobierno agubernativo, o sea, algo imposible. Por eso es que les tengo que pedir a los anarquistas que sean honestos, lo mismo que hago con los demás y conmigo mismo, cuando me doy cuenta de que hace falta y puedo pedirlo. El anarquismo tiene el problema de que es susceptible, y “susceptible”, en una de sus acepciones, quiere decir “poco hábil para aceptar”, en el sentido de “conceptualizar”, así que necesita ayuda con eso, y las otras corrientes emancipatorias también tienen su susceptibilidad. Obviamente no hay que aceptar cualquier cosa, por la cantidad de maldades que se hacen, pero a lo que es bueno hay que aceptarlo, y exigirle bien lo que corresponda si amerita.