Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 21 de abril de 2017

La transformación social es reformista

Yo les pido disculpas a los socialistas por el tono insultante de esta nota, pero la verdad es que algunos se lo merecen, porque su testarudez está retrasando la evolución histórica, con la pena humana que eso tiene. Los socialistas antirreformistas aceptan que Marx haya postulado la transformación social, pero no admiten que el reformismo sea parte de ella. El reformismo, en sí mismo, es la acción de darle una forma nueva a algo. La transformación, es la reforma atravesante, que pasa de un sistema a otro, pero, en verdad, el reformismo implica un atravesamiento sistémico, que puede ser de menor a mayor grado, acotándose al marco general del sistema vigente pero modificándolo, e incluso lo puede tranformar en general: es el reformismo de alto nivel, llamado revolucionario, pero para eso la sociedad tiene que estar predispuesta a hacerlo, lo que sin reformas previas, menores e intermedias, no sucede. Esa tozudez me revienta, así que los insulto, además de porque hay personas que necesitan las reformas menores para subsistir, u otras que para vivir de mejor manera, y que no las tienen porque los socialistas antirreformistas prefieren exaltar sus ideas a favorecer al cambio social gradual, y eso no quita que haya certeza en las críticas que le hacen al reformismo: lo que pasa es que están mal enmarcadas, porque no reconocieron la correlación de las fuerzas sociales humanas, ni la responsabilidad del proletariado en el mantenimiento del idealismo y del capitalismo. De insultarlos no me hago problema, porque el trato que me dieron también fue insultante.

Podrán insistir en que la transformación social no es reformista, sino revolucionaria, pero eso será un palabrerío insustancial. Con una mala intención argumentativa semejante se podría decir que la revolución socialista tampoco sería revolucionaria, por acotarse al estado y no abarcar a la religión, y no les va a dar la fuerza para deponer a la religión en poco tiempo. Así que les valdrá poco la turrada.