Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 14 de junio de 2020

Del estigma

En la definición del estigma está la disyunción conceptual humana derivada de la mala resolución del problema de los dioses. Por un lado, la botánica lo entiende como el extremo del pistilo que recibe al polen, es decir, como sexual y reproductivo, pero el sentido común lo semantiza como marca de deshonra, tal como se mal considera al sexo. Es lo que permitió nuestra creación y motivo de escarmiento. Es como el estambre floral masculino, un órgano de placer reproductivo tomado como fuente de traumas. A este órgano femenino se lo verbaliza como causa de perdición porque se interpreta mal la cogida, en el fetichismo que divide entre dios y el diablo y que vincula lo divino con lo casto, a lo que tampoco se cumple como se aparenta.

El estigma floral se debe corresponder con órganos animales, que, como son placenteros para las mujeres, se los tiene por pecaminosos porque pueden causar enfermedades, como el sexo masculino, pero la solución que se le dio al problema no es verdadera, por lo que no es una buena solución. También el sexo causa pecados falsos, es decir, conductas que son tenidas como malas sin que lo sean, o que hacen mal no por sí mismas, sino por el significado que se les da, y que son despreciadas sin buena razón.

La mala connotación del estigma va en línea con el teísmo patriarcal, es decir, con el machismo dominante, por lo que se debe honrar al machismo, ya que no es lo bueno que debe.