Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 22 de junio de 2020

La moral y el yiro

Si la moral fuera lo de la morada, la existencia en casas, tendría que tener el suficiente giro, la suficiente salida del hogar, pero no es seguro que lo moral sea lo casero, aunque tendría su faceta externa, que también se da en recámaras, en cámaras y en cabinas, así como en la calle. La moral es lo de las costumbres, pero, ¿qué es la costumbre? Viene de la separación, de separar, a lo que se hace cortando, una práctica cercana a la de coser, que es mucho de cortar, así como a la urdimbre, la de tejer con hilo. El vocablo romano "consuetudo" se refiere a la calidad de la separación social, del corte que se hace en la materia objetiva a la especie. La costura y la urdimbre son dos tipos de práctica separativa, pero no son los únicos, sino que hay muchos más, ya que cada práctica tiene sus quiebres. A la separación de lo objetivo la hace todo ser vivo. Los inertes también la hacen, pero no a propósito, ni tampoco piensan en sus actos.

A la práctica humana se la debe ordenar según lo que separa y lo que une, con el suficiente balance sobre todas sus consecuencias.

La moral es el acto evaluado según las ideas sobre el buen comportamiento, sobre lo que debe ser la actitud, que, desde que empezara la especie, tuvo un modo de residir durante las emigraciones. Responde a la pregunta por cómo morar en el sentido de como vivir, y de cómo hacerlo en las ciudades de casas de barro cocido. Como la existencia humana es conjunta, la humanidad se pregunta cómo ser, y se contesta desde las ideas, que están dominadas por las concepciones teístas, con sus derivaciones en la ciencia y la política. De ello resulta necesario que la humanidad adquiera un saber suficientemente verdadero, porque para resolver bien sus conflictos, en particular los propietarios, tendrá que tener la suficiente razón. De otra forma persistirá mal y en crisis profunda. La existencia crítica es inevitable para los seres vivos, por lo que se debe pensar en qué crisis tener.

Como la moral incumbe al modo de ser, se vincula más con lo modal que con el morar, que es módico. La ética, que es la ciencia de la moral, tiene la misma raíz idiomática que la costumbre, un vocablo al que se hipotetiza como "swe" y que se refiere tanto al acto de separar como a la tercera persona del subjuntivo, la más separada de quien habla. La palabra "ethos" designa al escindir, una gran parte de la actividad laboral, pero entonces el uso que se le da es inexacto, ya que también alude al acto de unir, que es la otra modalidad del trabajo.

Véase "costumbre" y "ética" en Etimologías de Chile.