Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 26 de junio de 2020

Nutrir, nuclear y nudo

Puede que haya una vinculación íntima entre las tres cosas, ya que sus significados son parecidos y la tres empiezan con "nu", es decir, que tienen una filiación semántica próxima, mucha semejanza conceptual. Nuclearse y nutrirse, para los seres vivos, son acciones parecidas, y al hacérselas la materia es como que se anuda, se agrupa fuerte, poniéndose más sólida que el agua y el aire, pero menos que las piedras. A la vez, muchos nudos son de fibra vegetal, es decir, de materia inorgánica que fuera creada por seres vivos.

Habría que ver si lo que denominamos como muerto no está vivo también, ya que el universo tiene voluntad, porque da vueltas, y las estrellas y planetas incorporan y expulsan materia, así como el éter, pero no depende de un gen, a no ser que hubiera genes por fuera suyo que lo ordenaran a propósito. Depende del criterio que se adopte, pero el criterio tiene que componerse bien con la forma de la palabra "vida". El significante tiene que adecuarse exacto con el significado, que es el que lo antecede, ya que las cosas representadas preceden a su significación, que es posterior a lo que representa. El significante es una cosa más compleja que aquéllas de las que trata, porque tiene que dar cuenta bien de su existencia, es decir, que tiene que representar algo que es complicado por sí mismo, adquiriendo así una complejidad mayor, pero eso no pasa siempre, porque los significantes también pueden ser errados, además de que puede estár mal compuesta su relación con lo que designan.

Está el orden de lo inerte, el de lo vivo y el de lo significante, que es algo inerte que sale de lo vivo cuando se expresa. La señal es inerte, pero la elaboración sensible, en particular la mental, es viviente porque se da en cuerpos vivientes, en los órganos sensitivos, en particular el cerebro. Si el cerebro es la materia génica principal del ser viviente, que está protegida por la piel, los tejidos blandos y el óseo, con una bóveda más compleja que la vertebral, como pasa en las células, habría que concluir que el gen central de los vegetales es su cerebro, con el cual pensarían su historia. En algún lugar adentro suyo tienen que tomar algunas de las decisiones que toman, como la de inclinar el tallo para buscar la luz, porque al tallo hay que empezar a torcerlo desde abajo. Sin embargo, no habría que exagerar la importancia del cerebro, ya que si se le da demasiada se equivoca la crítica.