Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 28 de junio de 2020

Humor e intoxicación

El humor es el sustantivo abstracto del humo, lo que humea, lo ahumado. Cuando se habla del humor en el sentido del ánimo se refiere al estado de los líquidos internos de acuerdo al humo inhalado. En verdad, hay una confusión semántica, porque la intoxicación de los líquidos del cuerpo viviente, como el humano, no sucede sólo mediante el fumar: hay, por ejemplo, la endógena y la ingesta estomacal de toxinas.

La humanidad sufre desánimo, entre las otras causas, por estar mal intoxicada, mucho de lo cual se debe a la mala calidad de los cigarrillos industriales, cuyas marcas advierten sobre el perjuicio de fumar sin haber dejado de ponerle aditivos al tabaco, a los que no se necesitan y que causan una mayor dependencia neuronal, o sea, que aumentan la adicción, y encima tomándosela como mala en sí misma, sin que se proponga una medida sana, que sería insuficiente en particular pero que ayudaría mucho a llevar el consumo a un nivel saludable, que tendría que completarse con cigarros de buena calidad y con una enseñanza abierta sobre el modo que se debiera adoptar para fumarlos bien.

Tambén se inhalan muchos otros humos, dado que la humanidad quema mucho. De hecho, su nombre empieza con "huma", que es un grafo casi igual al del humo, con sólo una diferencia en la última letra, a la vez que consideramos a lo homólogo como igual, ya que la hechura de humo es un rasgo constitutivo de la especie. Nos iguala a los humanos como primates grandes, bípedos y prendedores de fuego.