Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 13 de junio de 2020

Los viruses son seres bebientes

Toman agua. ¿Alcanza eso para que vivan? Para decidirlo habría que saber cuál es el verdadero significado de la palabra "vida". ¿Qué es vivir? El debate etimológico sobre la vida no fue bien concluido. Algunas definiciones remiten al bíos griego, sin aclarar qué quiere decir, y otras a la vida del cosmos. La expresión inglesa "life" es como la castellana de "elevarse". Tiene a la levedad por núcleo semántico, y se la define como el período que va desde el nacimiento hasta la muerte, o sea, que excluye a lo que no se maneja desde genes. El universo se creó, no se sabe bien cómo. Sabemos del gran estallido, pero no lo entendemos del todo, ni se está seguro de qué hubo antes, a lo que se le dice "la nada". Curiosa nada, que es algo, es decir, que no es nada, sino algo que se ignora, una nada que en vez de ser nada es algo ignorado. La vida es desde que se nutrió el gen, a lo que hizo en el agua, pero el agua no es lo único que el genoma incorporó al empezar a vivir. El universo que conocemos se creó a partir de algo que no se sabe qué fue, que viene de otra cosa que tampoco se sabe, y así hasta lo que parece infinito. No nos da la inteligencia para entenderlo. Luego, a mucho de crearse, tuvo un gran estruendo cósmico, al que le decimos el big bang, que inició a nuestro universo reconocido, hace como 13 mil 800 millones de años. Casi 12 mil millones de años después, de lo que hoy en día dura un año terráqueo, lo que existe desde hace 4 mil 550 -antes transcurrió el tiempo sin años de esta Tierra, sin que esta esfera de magma ferroso recubierta de una superficie terrenal con agua diera vueltas alrededor de nuestro sol, lo que se debe replicar en otras esferas macizas gigantes- empezó la vida en esta tierra. La mayor parte del tiempo fue vegetal y fúngica, con otras especie micro-orgánicas de las que se excluye a los viruses. La vida animal tiene como 400 millones, es decir, que, sino también virósica, hubo sólo vida fúngica y vegetal, u otra no animal, durante alrededor de 1500 millones de años. El nacimiento existe desde que existen los genes. La idea de "gnasci", la del nacimiento, viene de la de engendrarse, por lo que, si hay gen, hay vida. La generación inició la vida, y los genes son macromoléculas compuestas que crecen voluntariamente a partir de incorporar materia de su alrededor, o sea, que las vueltas que dieron los genes, esos rulos ínfimos con brazos que terminan en peñascos, son claves para definir la vida, ya que ella comienza entonces, a partir de lo cual esos genes crecieron con las cosas que incorporaron de su ambiente, a las cuales cribaron mientras que giraban. Al rotar tamizan el agua. Los cuerpos inertes también incorporan materia. Crecieron, y se agrandan, con aquéllo que se les añade, no obstante lo cual son inertes. No son espirales embrazados con puños que nuclean al voltearse, ni uracilados ni timínicos. Lo que no puede decirse es que los viruses no sean células, ya que tienen forma de celdas. La vida, entonces, es lo que crece, pero de forma compuesta, a partir de macromoléculas superproteínicas, como la levadura de los hongos, y hasta un poco menores. Los viruses crecen bastante mientras que perduran.

Terminar de decidir el tema de los viruses es crucial para despejar las dudas sobre el inicio de la vida, lo que a su vez es indispensable para ordenar bien la práctica societal, porque la práctica obedece a la ciencia.

Recién luego de 398 millones de años de vida animal, de los primates más grandes surgió el ser humano, hace como 2 millones de años -ésta datación también es debatida-, el cual vivió de forma primitiva hasta asentarse en las ciudades de adobe, que son muy recientes, tienen entre 5 y 15 mil años, o sea, que la humanidad fue primitiva por como 1 millón 999 mil 990 años, siendo de civilidad adóbica más o menos desde hace 10 mil. Nos diferenció de los otros grandes primates el priorizar el bi sobre el cuadrupedismo, la hechura del fuego y la pérdida de pelaje. Esto se hizo de forma migratoria por como casi 2 millones de años, durante los cuales hubo asentamientos efímeros, que fueron de las primeras ciudades. Una ciudad es un sitio, un lugar asentado, en el que se sienta, es decir, que se detiene el caminar, y en el que se establece. Sitiarse es ponerse en un sitio, ocupar un espacio de manera quieta, lo que hacen los árboles, a los que no consideramos ciudadanos porque no construyen casas, lo que da cuenta de que hay una confusión semántica que supone que la ciudad es lo que tiene casas, aunque el término también remita a las formas anteriores de residir, a toda detención viviente en un lugar, como la del enraizarse. Esto cambia las cuentas, porque si se define a lo civil como lo que hecha raíces entonces la civilización empezó con las plantas que echan raíces, desde antes del reino animal. Lo cierto es que, como a las casas no se las puede cargar sin vehículo, por lo mucho que pesan, desde que se las construyó la humanidad se quedó adentro suyo, aunque no siempre, ya que siguió saliendo y cambiando de casa, lo que tiene como 15 mil años de viejo, desde que se descubrió cómo trabajar el barro para la construcción, con estructuras de palos con barro mezclado con fibra vegetal, para fabricar las cuales se necesita cortar ramas, trenzarlas y triturar hojas, y hasta hay casas más simples, como las de ramas sin paredes de barro seco, las chozas, de menor duración, pero no las consideramos como hacedoras de ciudades, aunque son sitios, más complejos que los asentamientos en la intemperie, esos de dormir alrededor del fuego sin techo, y mejores que las cavernas. Después, con la alfarería, se inventaron los ladrillos.

La vida animal, la de sangre roja, pasó de los organismos animales de una o pocas células a los invertebrados, antes que a los peces, antecesores de anfibios y roedores, que a su vez preceden tanto a las aves como a los mamíferos terrestres, entre los cuales están los felinos, caninos, porcinos, mónidos, equinos y demás. La técnica de enredar palos se emplea para los nidos, así como la del barro secado a sol, es decir, que el uso del adobe no es sólo humano. A la vez, la humanidad roe.

El coronavirus de la actual pandemia neumónica puede tener entre 120 y 160 nanómetros, es decir, que su tamaño aumenta un cuarto, pero también sucede que, al gestarse, mide menos de 120 nanómetros. No es ni siquiera un ser celular. Surge como ARN suelto, y después se hace de agua sostenida por una cápside, a la que luego rodea con otra cobertura de grasa y azúcar, entre las cuales hay más agua y de la que salen unos brazos con espigas, espirales que perforan la pared de las células huéspedes. También fabrica el ARN que les expulsan dentro, es decir, que absorbe dentro suyo los minerales necesarios para fabricar estas macromoléculas.

La nada, como concepto absoluto, es imposible, porque todo es algo. Entonces, la dicotomía entre nada y todo también está mal planteada. Lo que es, es pleno, y sus horadaciones también son cosas plenas, pero, como algunas nos son ingratas, nos apenan. Otras nos alegran. Los vacíos son vacíos de algo, es decir, que están llenos de cosas distintas de las que se quisiera que tengan, sin que se quiera bien siempre.

Como la historia humana es casi toda de predominio migratorio, ya que la parte adóbica y metalúrgica es muy reciente, como un veintemilavo de 2 millones de años, el hombre sigue siendo primitivo, porque tanto no se puede evolucionar en el 0,00005 por ciento del tiempo. A lo que se le llama civilización es a la civilización metalúrgica, porque la metalurgia permitió talar los árboles con que se construyeron las viviendas encolumnadas, pero la hay previa, la de los asentamientos anteriores a la metalurgia, que abarca a casi toda su historia.