Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 15 de junio de 2020

Del magma y el infierno

El infierno, además de remitir a lo oscuro de la noche, es magmático. Es un lugar mental, que se proyecta a lo objetivo por debajo de la superficie terrestre. Se define por lo inferior, pero se le supone la existencia de diablos y almas torturadas, caídas allá para siempre por haberse portado mal en vida, asumiendo al mal en términos sagrados, lo que no fuera comprobado ni demostrado bien. Los llamados planetas, que en verdad no son planos sino esféricos, esferas minerales, son satélites solares, y en ocasiones tienen magma en el centro, es decir, materia fundida, como las estrellas, pero de menor brillo y recubierta de placas tectónicas de piedra dura, agua y tierra, las dos tanto fértiles como estériles y rodeadas de la atmósfera. El mito del infierno se funda en el magma terráqueo, pero le añade la idea de los diablos y las almas perdidas, cosa que se hace mucho en las ciudades porque es una mistificación humana. Habría que ver si las demás especies vivientes no se inventan fantasías legendarias cuando se embriagan. De seguro que alucinan, por lo menos las de los animales más grandes, pero las otras también lo deben hacer a su modo.